Primero, madre de dos rubitos.
Soy canaria aunque llevo muchos años viviendo en Navarra.
Mi trayectoria académica empieza en Tenerife. Allí terminé el instituto obteniendo matrícula de honor en COU y empecé la Universidad.Me licencié en historia, con DEA en prehistoria y arqueología.
Todos estos estudios transcurrieron sin excesivas dificultades. Me encantaba lo que estaba estudiando, sabía cómo hacerlo, cómo optimizar el tiempo para compaginarlo con una vida social excelente y disfrutar a tope de esa etapa de mi vida. Mi método funcionaba a la perfección. Así obtuve el Premio Extraordinario Fin de Carrera por tener el mejor expediente académico.
Después de esto llegaron el Doctorado y varios máster con resultados igual de excepcionales, así como varias becas que me permitieron formarme como profesora universitaria.
Sin embargo, lo que pensaba que era mi sueño que era dedicarme a la investigación se fue desvaneciendo. No disfrutaba entre libros, disfrutaba muuuucho más en las clases con los alumnos.
Empecé a compaginar mi labor de investigadora con la docencia también individualizada y ello me cautivó.
Así, me salí del camino establecido y fundé mi propia academia. Tras trabajar con los primeros adolescentes no universitarios me di cuenta de que la mayoría tenían un problema en común: habían llegado a sus cursos sin saber estudiar. Ellos creían que lo hacían, sus familias no sabían ayudarles y eso llevaba a la frustración personal y familiar. Fue el momento de comenzar no sólo a enseñar contenidos sino a enseñar a aprender, a que apliquen todo lo que a mí me funcionó.
La idea de saber que podía cambiar la vida a mis alumnos me fascinó por completo. Darles un trato especial e individualizado y ayudarles a conseguir sus objetivos y construir su futuro ha sido mi objetivo desde el primer momento.
Además comencé a formarme de forma específica en técnicas de estudio y coaching para ayudar a los alumnos y a sus familias a superar esta situación que parte de lo académico pero que termina afectando a muchos ámbitos.
Llevo más de 15 años haciéndolo, hemos formado a más de 12.000 familias, y he trabajado con alumnos de toda España y de más de cinco países con unos resultados espectaculares que me hacen estar muy orgullosa a la vez que soy muy consciente de mi responsabilidad.
En esta web puedes ver todas las formas que tenemos de ayudar a los adolescentes. Además también elaboro muchísimo contenido gratuito y que sé que te puede interesar en nuestra cuenta de Instagram @espacioaprendizajeinteligente
En el EAI este es el factor diferencial. Gracias a ella puedo ayudar a mis alumnos, porque sólo conociendo su historia, poniéndome en su situación y en la de su familia puedo ayudarlos a cumplir así el objetivo.
El conocimiento que yo quiero que mis alumnos adquieran les convertirá en alumnos libres de escoger su futuro, de tomar decisiones y quiero que en el EAI se sientan libres para expresar sus frustraciones, sus miedos y que vosotros como padres también os sintáis libres para participar, aportar o pedir consejo.
La frustración por no conseguir los objetivos, por no saber llegar a conectar con nuestros hijos y el miedo por decepcionar a los padres lleva a todo el núcleo familiar a perder salud emocional y física. Esto es algo que no nos podemos permitir. El aprendizaje tiene que ser algo positivo y mi objetivo es volver a conectar a tu hijo con esta idea.
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